MEXIQUE, el final de una época.

por | 20 agosto, 2017

  La línea de la Compagnie Generale Transatlantique en la ruta Saint-Nazaire-Veracruz está caracterizada por tres buques: el periodo de apogeo, hasta la Primera Guerra Mundial por LA NAVARRE. En los años veinte, con el punto de inflexión de la línea, que pasó de su cenit a su ocaso debido a la crisis del 29, por el ESPAGNE. Y en los últimos años, hasta la Segunda Guerra Mundial, por el MEXIQUE.

  Entre 1908 y 1914, la CGT construyó cuatro buques de entre 10.000 y 12.000 TRB para atender las líneas del Atlántico Norte y de Centro América, con especial énfasis en el tráfico de emigrantes. Dos fueron construidos en Saint-Nazaire: el CHICAGO, entregado en 1908, y el ROCHAMBEAU en 1911. Y dos en Port de Bouc: ESPAGNE, entregado en 1910, y LAFAYETTE, el último de todos, entregado en 1915.

LAFAYETTE en Le Havre. Coleccion Arturo Paniagua Mazorra.

  El ROCHAMBEAU no tuvo una presencia destacada en los puertos españoles, pero tanto el CHICAGO, en la ruta Vigo-Nueva York, como el LAFAYETTE, que se convirtió en el sucesor del ESPAGNE en la línea a Cuba y Méjico, tuvieron una amplia presencia en los puertos españoles en los años treinta.

  El LAFAYETTE fue el segundo buque de la CGT en llevar ese nombre. El primero, de 3.375 TRB, navegó entre 1863 y 1906.
El LAFAYETTE fue construido en Chantiers et Ateliers de Provence, Port de Bouc, como el casco X22. Fue botado el 31 de marzo de 1914, como ILE DE CUBA… ya que iba a ser el compañero del ESPAGNE en la ruta a Centro América. La amenaza de los submarinos alemanes llevó a la CGT a suspender a línea a Cuba y Méjico, y a mantener el servicio postal a Nueva York con buques de tonelaje medio y velocidad menor que los de preguerra. El puerto base en Francia se desplazó al sur, a Burdeos. Así, el ESPAGNE reemplazó al FRANCE, que fue desarmado; y el ROCHAMBEAU y CHICAGO fueron admitidos como buques postales, junto con LA TUORAINE y LAFAYETTE.

LAFAYETTE Ca. 1921. Coleccion Arturo Paniagua Mazorra.

  En consecuencia, cuando entró en servicio el 31 de octubre 1915 lo hizo como LAFAYETTE, fecha en la zarpó de Burdeos rumbo a Nueva York “con numerosos pasajeros”. Volvió a Burdeos el 21 de noviembre. El 6 de diciembre comenzó el segundo viaje a la ciudad de los Rascacielos. En 1916 su presencia en el Atlántico Norte fue testimonial, y permaneció desarmado en Burdeos, mientras que el peso de la línea regular desde el puerto del Garona lo llevó el ROCHAMBEAU.

  El ESPAGNE estaba dotado de dos máquinas alternativas de triple expansión. En el LAFAYETTE, la CGT cambió el equipo propulsor. Disponía de cuatro ejes, dos movidos por dos máquinas alternativas, y dos movidos por turbinas de baja presión. Este sistema fue popularizado por el TITANIC y antes de la I Guerra Mundial su uso fue muy extendido. Sus calderas eran alimentadas por carbón. El LAFAYETTE podía dar hasta 18,5 nudos.

LAFAYETTE. Colección Arturo Paniagua Mazorra

Datos más relevantes del LAFAYETTE.
Los datos más importantes del LAFAYETTE, en comparación con los del ESPAGNE, eran los siguientes:
Desplazamiento: E, 14.600 tons; L, 12.220 tons
Eslora total: E, 171,73 mts; L, 171,50 mts.
Eslora entre perpendicualres: E, 163,9 mts; L, 164,38 mts
Manga: E, 18,57 mts; L, 19,53 mts.
Puntal: E, 11,80 mts; L, 11,80 mts
Registro bruto: E, 11.155 TRB; L, 11.953 TRB.

  En enero de 1917 fue requisado por el Gobierno francés, y el 13 de febrero comenzó su transformación en buque hospital en Ateliers et Chantiers de la Gironde, que finalizaron el 22 de ese mismo mes. El 28 de marzo zarpó rumbo a Argel y a Salónica. Al final de ese año había realizado diez viajes redondos entre Toulon y Salónica. El 26 mayo de 1918 transportó a Salónica los primeros heridos griegos.

  Tras el final de las hostilidades en el frente occidental, continuó como buque hospital, y en ocasiones como transporte de tropas, principalmente en el Mediterráneo y en el Egeo, pero también en el Mar del Norte.

LAFAYETTE interiores. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  Fue devuelto a la Compagnie Generale Transatlantique el 22 de octubre de 1919. Y tras una somera reforma, comenzó a cubrir la línea Le Havre- Nueva York.

El LAFAYETTE en la línea de Cuba y Méjico.

  Con el boom de la cotización de la caña de azúcar y de la emigración española, así como tras la incorporación de nuevos buques en la ruta de Nueva York, la inclusión del LAFAYETTE en la ruta a Cuba y Méjico era sólo cuestión de tiempo. Su primera escala en puertos españoles se produjo en abril de 1920, en La Coruña, donde llegó el 27 de abril con 504 pasajeros en tránsito, tomo 500 pasajeros y 200 toneladas de carga general. En el viaje de vuelta dejo el 3 de junio 389 pasajeros y 65 sacas de correo en la ciudad herculina, y “zarpo con 541 pasajeros en tránsito y 3.764 bultos”.

Durante su remodelación como Buque Hospital. Foto BNF Gallica.

  Ese año sólo realizó otra rotación en la línea de Cuba-Méjico entre noviembre y diciembre, ya que durante el verano cubrió la línea de Nueva York.

  En 1921, con una notable reducción de la emigración española, el LAFAYETTE sólo un viajes redondo a La Habana y Veracruz en enero, mientras que en 1922 sólo realizo tres rotaciones: el 22 de enero llegó a La Coruña con 347 pasajeros y tomó 250; mientras que el 23 de noviembre llegó con 809 pasajeros y tomo 500 adicionales, en uno de sus viajes más exitosos. Su vuelta en diciembre de retraso más de cinco días por el mal tiempo. Particularmente interesante fue su viaje de vuelta en abril: desembarcó en Santander uno de los hombres más ricos de Cuba, don Pablo Ruiz de Gamiz, “que viajaba con su capellán, administrador y servidumbre, además de una jaula con dos caballos”. También desembarcó en La Coruña el torero Bombita IV, “que venía lesionado en la clavícula”. También dejo en La Coruña 213 sacos de azúcar.

  En 1923, el LAFAYETTE volvió a cubrir sólo dos salidas a Cuba y Méjico. En la de febrero sustituyó al ESPAGNE para que pudiera realizar reparaciones urgentes. Llegó el 23 a La Coruña con 521 pasajeros y tomó otros 320, además de 200 toneladas de carbón.

  Su integración completa en la línea de Cuba y Méjico tuvo lugar a partir de 1924, ya que la reducción de las cuotas de emigración en Estados Unidos le cerró ese tráfico. Ese año realizó cuatro viajes redondos, dos extraordinarios y dos del contrato postal. A finales de año, consiguió dos roles de pasaje notables: en la salida extraordinaria del 7 de noviembre llegó a La Coruña con 699 pasajeros y tomó 183 adicionales (entre ellos el torero Chicuelo y su cuadrilla), además de 150 toneladas de carbón y 200 toneladas de carga general. Y el 23 de diciembre se acercó al millar de pasajeros: llegó a La Coruña con 753 pasajeros, y tomó otros 176. En la vuelta de ambos viajes dejo varios deportados de Cuba tanto en La Coruña como en Santander.

  En 1925 y 1926, el LAFAYETTE ofreció seis viajes redondos a Cuba y Méjico. Los roles en la línea a Cuba siempre eran mucho más numerosos en las salidas de otoño: En las dos últimas salidas del año 1925, ambas dentro del contrato postal (23/10 y 23/12), el LAFAYETTE transportó 875 (incluyendo el diestro Niño de la Palma, y el arzobispo de La Habana, “de regreso de la peregrinación a Roma en unión de otros religiosos”), y 674 pasajeros respectivamente. En la salida del 24 de abril se produjo un hecho luctuoso a bordo: el suicidio del panadero de 52 años Louis Simon. En esa misma salida fue “detenido como prófugo José María Iglesias Piñeiro, que fue puesto a disposición de la caja de reclutas de Mondoñedo”. En 1926, el LAFAYETTE realizó dos viajes extraordinarios con escala en Vigo: en la vuelta del primero, el 10 de julio, desembarcaron en la ciudad olívica 121 mozos cubanos que venían a incorporarse al Tercio de Extranjeros en Marruecos.

  En la ida del segundo, embarcó como pasajero a La Habana “el medio celtista Bienvenido, que iba a probar fortuna en las Américas”. Nuevamente el viaje más numeroso fue el último del año: el 23 de noviembre el LAFAYETTE llegó con 625 pasajeros y embarcó en La Coruña “150 sacas de correos y un buen número de pasajeros”. Sin embargo, la vuelta de esa salida fue un desastre: sólo dejo 65 pasajeros en La Coruña, y 59 en Saint-Nazaire.

Los últimos años del LAFAYETTE.

  En 1927 siguió el declive del tráfico a Cuba y Méjico, sostenido por el ESPAGNE, CUBA y LAFAYETTE, cada uno de los cuales brindó seis rotaciones habituales, excepto el LAFAYETTE, que sólo hizo cuatro, más uno a Nueva York desde Burdeos en enero que escaló en Vigo. El mejor fue la vuelta del viaje postal de abril. El 26 de mayo dejo 437 pasajeros en La Coruña (incluyendo el cónsul de España en Bombay, don José María Acuña, y el actor Carlos Diaz Mendoza), 414 en Santander (entre ellos el novelista Alberto Insua) y 420 en Saint Nazaire. En la escala en La Coruña/Vigo de octubre de 1927, el rol del LAFAYETTE incluía 31 turistas que visitaron Santiago desde el puerto herculino, y embarcaron al atardecer.

  1928 fue el último año del LAFAYETTE con ese nombre. El 23 de enero el buque realizó el primer atraque en La Palloza, donde embarcó trece pasajeros de 1ª, y 58 de 3ª clase; dos tripulantes; 4 toneladas de pastas para soja; una caja de abanicos valorada en 1.600 pesetas; 72 sacas de correos; y 180 toneladas de carbón. Ese año realizó cinco viajes redondos, todos dentro del contrato postal, el último de los cuales comenzó el 23 de noviembre. Tras rendir viaje en Saint-Nazaire el 26 de diciembre, el buque fue rebautizado MEXIQUE. El cambio de nombre, además del hecho de que cubriera la línea de Méjico, se había convertido en inevitable por la sencilla razón de que la CGT decidió que nuevo buque destinado a la línea Le Havre-Nueva York, iba a ser bautizado LAFAYETTE.

Primeros años como MEXIQUE.

  Su primer viaje como MEXIQUE comenzó el 21 de enero de 1929 en Saint-Nazaire. Escaló un día más tarde en Santander y Gijón, y el 23 de enero en La Coruña. En el viaje de vuelta, dejo el 27 de febrero sólo 47 pasajeros en el puerto herculino, además de 150 sacas de correspondencia. Zarpó con 150 pasajeros en tránsito. Ese primer año bajo nueva denominación realizó cuatro viajes redondos al norte, como era conocida la línea a Cuba y Méjico. El último, bajo el mando del Capitán Lancelot, comenzó el 21 de noviembre en Saint-Nazaire con 412 pasajeros, entre ellos el Ministro de Cuba en Paris, señor Céspedes.

MEXIQUE. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  En 1930 el MEXIQUE realizó seis viajes redondos, en parte por la retirada del CUBA de la línea a la Gran Antilla. En ninguno de los viajes de ida supero los 250 pasajeros de rol desde Saint-Nazaire, o los 500 desde La Coruña.

  En 1931 el MEXIQUE realizó cinco viajes redondos, en todos los cuales el número de pasajeros supero al de tripulantes. En consecuencia, el buque fue desarmado el 1 de diciembre de 1931 al finalizar en Saint-Nazaire el quinto viaje, que curiosamente fue el más exitoso. En la ida salió de Saint-Nazaire con 171 pasajeros y 283 tripulantes; pero en la vuelta dejo 402 pasajeros en La Coruña, y 209 en Santander, aunque unos doscientos eran repatriados indigentes. El 27 de enero de 1931, llegó a Santander procedente de Nueva York a bordo del MEXIQUE el ex presidente de Guatemala, don Manuel Orellana, que venía a pasar una larga temporada en Europa.

MEXIQUE en Saint Nazaire. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  En 1932, su primer viaje fue un crucero desde Saint-Nazaire, con escalas en Vigo (“desde donde fueron a Santiago en automóviles”), Cádiz, Funchal, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Casablanca y Lisboa, antes de volver al puerto del Loira el 4 de abril. Un total de 416 pasajeros realizaron el viaje turístico, uno de los primeros de la Compagnie Generale Transatlantique. Era un crucero temático, dedicado a la salud, en el que embarcaron más de 200 médicos. En los tres primeros meses de 1932 la CGT no despacho ningún buque a Cuba y Méjico. Tras acabar el crucero, el MEXIQUE zarpó para La Habana con 200 paquetes postales (llegó a transportar entre 2.500 y 3.000 en los años de apogeo) el 14 de abril; y volvió el 22 de mayo, dejando en La Coruña siete hombre y una mujer expulsados de Cuba por distintos motivos, antes de llegar a Saint-Nazaire con 303 pasajeros. Ese año cubrió sólo otro viaje redondo, en junio, mientras que los de agosto y octubre fueron suspendidos. En Saint-Nazaire estuvieron desarmados el MEXIQUE, FLANDRE y MACORIS, con más de 600 marinos locales en paro (6.000 en toda Francia). En octubre hubo rumores sobre la supresión de la línea de Méjico, producto de la retirada del ESPAGNE. El MEXIQUE fue usado en octubre como hotel flotante para la infantería de marina que cubrió la botadura del NORMANDIE.

Nuevas calderas y nuevas singladuras.

  Sin embargo, el 2 de diciembre de 1932 se confirmó que el MEXIQUE iba a ser reconstruido desde enero de 1933, con un presupuesto de 6 millones de francos. El 21 de enero de 1933 zarpó de Saint-Nazaire rumbo a Burdeos. Sus calderas dejaron de emplear carbón y pasaron a consumir combustible líquido, lo que le permitió mejorar su velocidad en dos nudos, y reducir a la mitad su tripulación de máquina (pasó de 102 a 53). Paso de consumir 5.600 toneladas de carbón a 15 nudos en cada viaje redondo a Veracruz, a gastar 4.000 toneladas de fuel-oil, a 18 nudos. La instalación eléctrica fue completamente renovada, lo mismo que la instalación sanitaria, incluyendo agua corriente en bastantes camarotes. Se instaló un “cinema parlant”, y un garaje en la cubierta nº 3. También se renovó completamente su habilitación.

MEXIQUE atracado en Francia. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  La reforma se prolongó hasta el verano. Pero, al igual que había ocurrido con el ESPAGNE en 1932, el MEXIQUE fue destinado a la línea Burdeos-Casablanca en verano. Tras la reforma, el buque tardaba 58 horas ente ambos puertos, 12 menos que el ESPAGNE. El 27 de junio zarpó de Burdeos rumbo a Marruecos. El 10 de octubre salió de Casablanca, y tras una escala en Burdeos, llegó a Saint-Nazaire al anochecer del 13 de octubre.

  El 21 de octubre zarpó el MEXIQUE desde el puerto del Loira rumbo a Cuba y Méjico, con 196 pasajeros, 846 m3 de mercancías y 547 sacas postales. Al final de viaje redondo fue desarmado en Saint-Nazaire. La crisis naviera golpeó salvajemente a la CGT, que en ese año tuvo que desarmar también el PARIS, y parar la construcción del NORMANDIE. Ese año sólo hubo tres viajes redondos a Cuba y Méjico: dos a cargo del GUADELOUPE y el del MEXIQUE.

  En 1934 y 1935, el MEXIQUE ofreció cinco rotaciones cada año a Cuba y Méjico (tres en invierno y dos en otoño), mientras que en verano cubría de nuevo la línea Burdeos-Casablanca. El viaje redondo duraba ahora más o menos un mes, pero el número de pasajeros era muy bajo. En los viajes de 1935, el rol de pasajeros desde Saint-Nazaire fue de 98, 89, 121, 150 y 202 personas, y aunque los embarques en puertos españoles ya no eran masivos, tampoco aportaban lo necesario a la viabilidad de la línea. En marzo de 1934, el MEXIQUE repitió el mismo crucero que había brindado en 1932 a Canarias. En 1935 no lo repitió ya que entro en dique en Saint-Nazaire para mejorar su habilitación de tercera clase… que ya casi no se usaba.

El MEXIQUE y nuestra Guerra Civil.

  1936 se inició con el MEXIQUE atrapado en el dique de Penhoet por una huelga. Sin embargo, se acabaron los trabajos tras una votación entre los huelguistas para no perjudicar a los marinos. El primer semestre del año fue idéntico al de los últimos ejercicios, con tres salidas a Cuba y Méjico con pasaje escaso. Y algún pasajero ilustre, como Mr. Murray, el embajador del Reino Unido en Méjico, y el ex presidente cubano Sr. Barnet, que coincidieron en el viaje de vuelta de junio. Durante el verano, estuvo afectado por cuarto año consecutivo a la línea Burdeos-Casablanca.

  Pero nuestra Guerra Civil afectó gravemente a la explotación del buque. En otoño de 1936, el MEXIQUE ofreció dos viajes redondos a Cuba y Méjico: uno directo, sin tocar puertos españoles, que salió de Saint-Nazaire tras varios retrasos el 16 de octubre con 514 pasajeros, entre ellos los más de 150 refugiados llegados desde Santander en el vapor INOGEDO, que se sumaron a los que había transportado el ALONA MENDI. Y un segundo viaje, que tocaba puertos del bando nacional, y que tras varios retrasos partió el 24 de noviembre de 1936 de Saint-Nazaire con casi mil pasajeros a La Habana y Veracruz, con escalas en Vigo y Canarias. En la escala de Santa Cruz de la Palma, el buque fue abordado por un grupo de falangistas, que detuvieron al jefe huido de la checa madrileña Agapito Garcia Atadell, provocando un grave conflicto diplomático.

  En 1937, el MEXIQUE realizó sólo dos viajes a Cuba y Méjico. El primero comenzó el 25 de mayo desde Burdeos, transportando niños y adolescentes a Méjico. El buque sólo hizo escala en La Habana, donde la colonia española los recibió con división de opiniones. Una parte abarrotaba el muelle mostrando su simpatía, mientras que los sectores más conservadores, que consideraban que se estaba utilizando a los pequeños, impidieron que bajaran a tierra, aunque fueron visitados por una comisión presidida por el poeta Juan Ramón Jiménez. El 7 de junio llegaron a Veracruz 454 niños (163 niñas y 291 niños). El viaje de vuelta fue convencional, y llegó a Saint-Nazaire con 243 pasajeros. El segundo, que comenzó el 14 de octubre, fue su último viaje postal en la línea regular a Cuba y Méjico. Tras su llegada a Saint-Nazaire el 14 de noviembre fue desarmado.

  En 1938 se sucedieron los rumores sobre el futuro del MEXIQUE. Desde su venta a France Navigation, hasta su uso como buque de peregrinos a La Meca. Sin embargo estuvo todo el año desarmado en Saint-Nazaire. Y sólo fue activado para llevar refugiados españoles a Méjico. El 14 de julio de 1939 zarpaba el MEXIQUE de Pauillac con 2.067 pasajeros, el rol más extenso de su historia y llegó el 27 de julio a Veracruz. Fue su último viaje “comercial”.

  Tras el estallido de la II Guerra Mundial, fue requisado como crucero auxiliar y recibió el numeral X 22. Participó en abril de 1940 en la expedición de los aliados a Noruega. Pero encontró su final en aguas francesas: el 18 de junio de 1940, en la desembocadura del Garona, iba a embarcar a los parlamentarios galos para Marruecos. Pero por la mañana una mina magnética ubicada junto a Verdon le mandó a pique, sin que se registraran víctimas.

MEXIQUE . Colección Arturo Paniagua Mazorra.

FLANDRE en preguerra.

  Pero, aunque el protagonismo de los últimos años de la línea entre Francia y Méjico indudablemente pertenece al MEXIQUE, sería injusto ignorar el papel del FLANDRE en esa época. Tenía el mismo equipo propulsor que el MEXIQUE (dos máquinas alternativas y dos turbinas Parsons, que movían cuatro hélices), aunque fue uno de los buques más pequeños (8.500 trb) en la línea entre Saint-Nazaire y Vercruz.

FLANDRE. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  La Vanguardia anunció el 30 de abril de 1914 que “para el 23 del próximo mes comenzará a hacer servicio entre La Coruña y los de Cuba el nuevo vapor FLANDRE, construido y que es un verdadero palacio flotante”. Sin embargo, esa salida estuvo a punto de anularse porque los fogoneros del FLANDRE se declararon en huelga demandando un incremento de dieciséis personas en la tripulación de máquina. La CGT enrolo a diez fogoneros adicionales y el buque zarpó sin problemas. Finalmente, el FLANDRE llegó a La Coruña procedente de Santander con 319 pasajeros, y 293 marineros de la Armada francesa, destinados a relevar a las tripulaciones de los buques de guerra fondeados en Veracruz. El FLANDRE, después de tomar 115 pasajeros, zarpó rumbo a La Habana. “Todos cuantos visitaron el nuevo trasatlántico hicieron grandes elogios del buque y confort que en todas dependencias se observa”. A la vuelta de ese primer viaje, el FLANDRE coincidió con el FURST BISMARCK el 26 de junio en La Coruña, donde desembarcaron 1.088 y 682 pasajeros, respectivamente. Además, el FLANDRE “trajo un millón cuatrocientas mil pesetas consignadas al Banco Hispano, y 25.000 al banquero Obanza”. Ambos buques también coincidieron en Santander un día más tarde.

FLANDRE. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  El 7 de enero de 1917, La Vanguardia anunciaba que tanto el FLANDRE, como el vapor español ISLA DE PANAY, “habían recibido telegramas del trasatlántico francés VILLE D’HAVRE, indicando que fue atacado por un submarino a la altura de Finisterre”. Poco después, también como el MEXIQUE, se convirtió en un buque hospital, situación que mantuvo hasta julio de 1919.

El FLANDRE en los años 20.

  Eran los años del económico cubano y la CGT lo empleó inmediatamente es la línea Saint-Nazaire-La Habana-Veracruz. El primer viaje redondo comenzó el 20 de noviembre de 1919 precedido, como no, de la correspondiente huelga de fogoneros. En 1920 y 1921 brindó seis viajes redondos a la Gran Antilla. El 6 de abril de 1920 informaba La Vanguardia que había salido de La Coruña “el FLANDRE para Cuba y el vapor inglés ORDUÑA para Buenos Aires. Ambos buques llevan enorme contingente de emigrantes”. En efecto, el vapor francés había llegado con 302 pasajeros y había embarcado otros 500 adicionales. En el viaje de vuelta dejó en La Coruña 408 pasajeros y 37 sacas de correos.

  En 1922, la llegada de otros buques redujo el número de viajes del FLANDRE a Cuba, hasta tres viajes redondos, cifra que repitió en 1923. El 30 de octubre de 1922 escaló en Santander el FLANDRE, procedente de Veracruz y La Habana, desembarcando sólo 48 pasajeros, entre ellos diez actores de la compañía de Esperanza Iris.

  A finales de marzo de 1923 escaló en Santander el FLANDRE, en el que viajaban José Salves, de 22 años, y otro individuo apellidado Cervera, nacidos en Salamanca y Lérida, que se encontraban entre los organizadores de las huelgas revolucionarias de Cuba. “Vienen deportados por aquel gobierno; traen una crecida cantidad de dinero. Se proponen continuar su viaje sin entrar en España”.

  A bordo del trasatlántico francés FLANDRE llegaron el 28 de abril de 1923 a Santander los artistas Celia Ortiz y Ricardo Puga, después de haber realizado una gira por América en unión de don Jacinto Benavente. Iban a formar en España una compañía para volver a Méjico desde Santander en agosto.

Transporte de refugiados republicanos y judíos a Cuba.

  En 1925, tras cubrir la salida de enero a Veracruz, el FLANDRE fue asignado por la CGT a la línea que unía Saint-Nazaire con las Antillas, Colombia y Panamá. En 1933, sus calderas fueron transformadas para quemar combustible líquido. La inactividad del MEXIQUE forzó a la CGT a volver a asignar al FLANDRE a la línea de Cuba y Méjico. El buque zarpó catorce años después, un 21 de mayo de 1938 de Saint-Nazaire rumbo a La Habana y Veracruz, con 122 pasajeros, entre los que se encontraba el cónsul de Méjico en Barcelona. El 14 de octubre realizó un segundo viaje redondo a Cuba y Méjico con 340 pasajeros. El viaje de vuelta finalizó en Saint-Nazaire en medio de una espesa niebla. Y cuando levantó, había bajamar, por lo que los 43 pasajeros desembarcaron a bordo del remolcador HOEDIC.

FLANDRE acuarela. Colección Arturo Paniagua Mazorra.

  En su penúltimo viaje, que comenzó en Saint-Nazaire el 4 de abril de 1939, el FLANDRE zarpó de St. Nazaire el 4 de abril y llegó a Veracruz el 21 de abril de 1939 con 312 pasajeros, la mayor parte refugiados republicanos españoles.

  Y en su último viaje a Cuba y Méjico, que también fue el último de la CGT a ese destino, transportó a otros perseguidos que también pretendían abandonar una Europa abocada a una nueva contienda bélica: el 16 de mayo zarpó de nuevo de Saint-Nazaire con 549 pasajeros, entre ellos 310 judíos que huían del nazismo. El 28 de mayo llegó el FLANDRE a La Habana y 96 pasajeros judíos fueron rechazados (en algunos libros se eleva la cifra a 104). En un episodio mucho más conocido, otros 900 judíos esperaban una decisión sobre su futuro en el buque alemán ST. LOUIS. En Veracruz tampoco fueron aceptados, por lo que tuvieron que volver a Francia y sufrir los campos de exterminio pocos meses más tarde.

  El FLANDRE también fue hundido el 14 de septiembre de 1940 por una mina magnética en la desembocadura del Garona. Su hundimiento marcó el final de la línea entre Francia y Méjico, que se mantuvo durante casi ochenta años, desde su inició en 1862. Después de la II Guerra Mundial, la CGT no volvió a cubrir esa línea, aunque mantuvo hasta mediados de los setenta de que unía Le Havre con las Antillas francesas. Saint-Nazaire mantuvo sus astilleros, pero perdió todas las líneas regulares. Y entre los puertos españoles, sólo Vigo mantuvo una importante presencia en el tráfico de línea y de emigrantes de postguerra.